Estas monjas, además de rezar, cocinan muy bien y con buena materia prima. Si alguien está interesado en ir a este restaurante y cree que le van ha poner platos sofisticados se equivoca, allí se come solo comida casera. Eso sí, muy buena y bien condimentada.
Además, nos pusieron unas croquetas caseras muy buenas, una ensalada y por supuesto el postre, que consistió en un trozo de tarta.
Lo pasamos muy bien, como siempre. Al fín y al cabo es de lo que se trata en estas comidas de convivencia y si no, comprobar la cara de sastifación que tiene nuestro profe sirviendonos la tarta.
JOSEFINA, eres tan expresiva en tu forma de escribir, que me parece estar comiendo el cocido de las monjas a medida que vas relatando tu leyenda. Desgraciadamente para la sociedad cada dia van quedando menos conventos y más laicismo. Las monjas sólo saben amar, aman a todas las personas y por supuesto a su amor divino Dios; al que dicen besar todos los días y El también les corresponde CON BESOS QUE NO DEJAN MANCHA. Felicidades Josefina
ResponderEliminar