No sé como empezar esto que quiero escribir. Lo cierto es
que de la noche a la mañana me ha cambiado la vida por completo. La persona con
la que he convivido casi 50 años ha decidido irse sin contar conmigo y ahora
tengo que aprender a vivir sin él y no sé cómo hacerlo.
Es verdad que no estoy
sola, que tengo a mis hijos y a mis nietos, pero en una familia cada uno ocupa
su lugar y cada uno de ellos es insustituible.
Sé que no soy la única persona a
la que le sucede una cosa así, y que solo es el tiempo el que va aliviando la
pena, que no el olvido. Así que solo pido que desde donde se encuentre me ayude
a superar y a emprender esta nueva etapa de mi vida hasta que Dios quiera.