No me puedo quejar. La verdad es que me siento una privilegiada al poder disfrutar de un buen baño, de leer, de jugar alguna partida de cartas con mis vecinos de "parcela", y sobre todo, de estár con mis hijos y mis nietos cuando vienen ha visitarme.
Y este ha sido mi veraneo, que como podeis comprobar ha sido muy tranquilo y relajado.
Así que tengo las pilas recargadas para empezar un nuevo curso que se presenta lleno de actividades: Sin ir más lejos, además de informática, voy ha recibir clases de Tai-chí, que según mi médico es muy bueno para todo. Espero que sea verdad, porque a esta edad hay que ejercitar la mente y el cuerpo.
Y para que podáis comprobar que no exagero, cuando digo que en La Mamola además de la sombrilla hay que llevar alguna herramienta de campo para poder clavarla, voy a subir unas fotos que he echo este verano.
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